martes, 12 de diciembre de 2006

Fujimori: El alfil se mueve y bloquea

Por Hugo Neyra (*)

La gran novedad de esta semana, en lo doméstico (aparte de la Asamblea de Gobernadores del BID) es que el huido a Tokio cambió de táctica. Ahora autoriza a su abogada para defenderlo como inculpado, cosa a la que hasta ahora se había negado. Se autotituló perseguido político y además japonés, dos cosas a lo cual la Cancillería japonesa no podía desatender. No se entrega a un perseguido. No se entrega a un compatriota. Ahora es diferente. Acepta los tribunales peruanos. ¿Qué maniobra es esta?

Hace siglos, Ruy López, noble español, inventa un movimiento de piezas en el ajedrez y le da nombre a una célebre apertura que hasta los más legos en el juego ciencia hoy conocen como "la apertura española". A saber, 1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5. En lenguaje no codificado, se abre con el peón del rey, las negras responden con el mismo peón, las blancas continúan el desarrollo de piezas y entonces, contrariando la estrategia italiana de la época, el alfil de Rey corre hasta la casilla 5 y bloquea al caballo defensivo. Es un gambito, una trampa. Pasaron siglos para que sesudas cabezas encontraran una parada.

Lucha política, fintas y ajedrez han ido de la mano. La jugada de Fujimori tiene tres salidas. O bien sirve para levantar sus bonos entre amigos, ahora que se activan. O bien no viene cuando lo convoquen los jueces, y entonces lo declaran "reo contumaz". O bien agita como si fuera a venir e incluso viene. En las dos primeras, el asunto no pasa de una simple finta, pero eso es piadosa hipótesis. La tercera posibilidad no es de escatimar. La simple idea de que pueda ocurrir ha provocado, entre otras razones, la fabulosa bronca de Mario Vargas Llosa de lo que me ocupo líneas abajo. Esa posibilidad es que venga a comparecer.

¿Se imaginan la vida peruana con "don Alberto que mete yuca "como dijo una caricatura de doña Susana en un gran momento del pasado imperfecto, y con Fujimori estrella y en los parajes, entrando y saliendo en los tribunales. Uno puede preguntarse varias cosas. ¿Qué estatus le darían los jueces? ¿Uno de verdad o uno bamba? ¿Serán capaces de someterlo a silencio? Y entonces, ¿no se verá ello como un abuso de autoridad? Y si es lo contrario, ¿cómo prueba de debilidad? Lejos o cerca, Fujimori es problema.

En horizonte de tales incertidumbres se inscribe lo que Vargas Llosa acaba de decir. Con todos mis respetos al escritor que admiro, y al amigo, debo por mi parte señalar que no comparto del todo su opinión sobre el tema del ex CNI. Y por no compartir, ni la de este mismo diario. Ocurre que no suelo esgrimir juicios en bloque. Tiendo a separar. El dice, "el cierre del CNI es una medida desesperada para corregir una metida de pata descomunal por el nombramiento de Arboccó". (La República, 24 de marzo). Vamos por partes. "Metida de pata descomunal". De acuerdo. Pero cerrar por el momento el CNI, en cambio, me parece algo necesario. No quisiera ni imaginar la fuga de videos si la cosa se hubiera hecho a medias. Por una vez que hay prontitud y energía...

También ha dicho, "caos y desgobierno". Cierto es, pero miremos, por entero, el tablero. Lo que pasa en el Perú no es asunto exclusivo de Palacio y de la clase política. En las encuestas una gran mayoría de peruanos priorizan, y de lejos, el "desarrollo" sobre la "democracia". Me permitiré pensar que es una manera sesgada de decir preferible un tirano a seguir como estamos. El gran lodazal peruano de fango autoritario no se ha secado bajo el sol de la democracia, para decirlo de una manera huachafa, pero temiblemente cierta. De ahí el gambito Fujimori.

El caballo negro bloqueado es lo que usted quiera, el Poder Judicial, la oposición democrática, un nuevo candidato "outsider". Para el gambito de Ruy López existe una parada, pero en ajedrez se demoraron siglos en hallar. Las negras ganan cuando juegan... pero no, no voy a decirlo ahora. Que hablen los grandes maestros. Tengo curiosidad por ver qué pieza mueven. La política, como el ajedrez, es infinita.

(*) faustohugonei@yahoo.fr