martes, 12 de diciembre de 2006

¿Fujimontesinistas? Necesario deslinde

Por Javier Ocampo Ponce

¡Un fujimorismo sin Fujimori! proponía el ahora inquilino de Palacio de Gobierno en las pasadas elecciones del año 2000, Alejandro Toledo, él sabía que el Presidente Alberto Fujimori había impuesto una nueva tónica en la práctica política nacional a partir de 1990, y era necesario imitarlo.

Y es que el "fujimorismo" fue para la población peruana algo tan positivo y concreto como el triunfo ante el terrorismo, la reinserción del Perú en la economía mundial, la construcción de miles de kilómetros de carreteras y miles de colegios a lo largo y ancho del territorio nacional.

Cambio 90 en un principio y Nueva Mayoría desde mediados de 1992 fueron los movimientos políticos con sus cabezas visibles en el Congreso de la República, que se identificaron plenamente con el gobierno del Ing. Fujimori. Fue así que en 1995 Alberto Fujimori se preenta a la primera reelección al frente de la alianza Nueva Mayoría-Cambio 90 y el "fujimorismo" obtuvo una nueva y contundente victoria electoral. En noviembre de 1992 y octubre de 1993 la alianza Cambio 90-Nueva Mayoría ya había conocido el triunfo en las elecciones al CCD y del referéndum aprobatorio de la Constitución. (Es así, primero fue C90-NM y después NM-Cambio90).

En lo que se puede considerar como el principio del fin del "fujimorismo puro", el Presidente da luz verde a la creación de un nuevo movimiento político: "Vamos Vecino" a cuyo frente ubicó al ex Ministro de Agricultura, Absalón Vásquez Villanueva, para participar en las elecciones municipales de 1998.

La aparición de este nuevo movimiento para algunos se dio para contrapesar a los líderes del "fujimorismo" ya conocidos, mientras que para otros surgió como una necesidad del propio Montesinos de obtener más poder al interior del gobierno.

La nueva corriente política al interior del gobierno se conoció como "absalonismo" y sus cabezas visibles además del ex militante aprista, eran María Jesús Espinoza, Rolando Reátegui y Anselmo revilla, curiosamente la mayoría de ellos investigados por el caso de la falsificación de firmas del movimiento "Peru 2000".

Previamente, a partir de fines de 1996 y comienzos de 1997 y, como lo vienen confirmando los "vladi-videos" y "vladi-audios", los tentáculos del oscuro asesor se dirigieron hacia el control político, luego de corromper a las principales cabezas del ámbito militar y judicial.

Ello dio pie a la entonces oposición política al gobierno del presidente Fujimori para definir como "fujimontesinista" cualquier acción del gobierno de entonces, tratando de contaminar políticamente lo conocido como "fujimorismo".
Pero fue a partir del 14 de Setiembre del 2000, cuando se da a conocer el video Kouri-Montesinos, que se presenta la oportunidad de deslindar entre quienes trabajaron honestamente, desde un inicio, al lado del Presidente Fujimori, de aquellos que llegaron al gobierno en los últimos años respondiendo a los intereses del corrupto asesor.

Cómo olvidar el accionar de los tránsfugas y retránsfugas, así como de la bancada absalonista cuando se trató la censura contra la presidenta del Congreso; la ausencia de parlamentarios de Vamos Vecino que permitió la declaración de incapacidad moral del presidente Fujimori, para no nombrar la vergonzosa elección de la Mesa Directiva que presidió Carlos Ferrero y que integró en actitud traicionera contra el "fujimorismo", Absalón Vázquez.

De otro lado, las pasadas elecciones fueron otra prueba más de las discrepancias existentes entre los "fujimoristas" y los "montesinistas" o también llamados "absalonistas".

Sintomáticamente, una vez capturado, el delincuente asesor ha pretendido involucrar en sus actos corruptos sólo a líderes fujimoristas de Cambio 90 y Nueva Mayoría, mientras que a quienes prometieron defenderlo "hasta las últimas consecuencias" Montesinos no los ha acusado, ni tocado con el pétalo de una rosa.

No hay peor ciego que el que no quiere ver: "fujimoristas" y "montesinistas" siempre fueron y serán como el agua y el aceite. Por ello es que rechazamos rotunda y contundentemente que nos quieran endilgar el término "fujimontesinistas".

Tomado de LA GACETA OIF Nro. 1, octubre 2001.