Por Anselmo Revilla, ex congresista de la República por Cambio 90-Nueva Mayoría.
En un reciente artículo publicado en EXPRESO, el señor Javier Ocampo pretende formular una nueva distinción "ideológica" a partir de un deslinde entre lo que sería una interpretación "pura" de sus ideas y personalidades hasta el 2000.
Así, resulta para este notable "ideólogo" que la impureza fujimorista es fruto exclusivo de ese extraño componente popular que la prensa calificó como absalonista y que se habría infiltrado desde 1998 por obra y gracia del maléfico asesor, quien logró inocular el virus de la corrupción al pulcro frente de Fujimori.
Pero la tesis que recoge el "ideólogo" Ocampo de su primera creadora, la congresista Carmen Lozada de Gamboa, donde se distingue a fujimoristas de montesinistas, se cae por una sola pregunta: ¿eran absalonistas algunos voceros y líderes de Cambio 90-Nueva Mayoría, los generales, los ministros, los congresistas que están siendo procesados judicialmente? Pues la respuesta es no. A la luz de los hechos, la mayoría de los que han sido cabezas visibles de Cambio 90-Nueva Mayoría han estado comprometidos con Vladimiro Montesinos desde sus orígenes.
La distinción que hace el señor Ocampo es ociosa e ingenua, nadie le cree y sólo parace ser una excusa para tratar de ocultar algo para todos conocido, es decir, que entre 1995 y el 2000 los que éramos llamados "absalonistas" éramos una ínfima minoría en el Congreso, que no tenía ni vínculo ni relevancia para las decisiones con el asesor, motivo por el cual en las reuniones de corrdinación en el SIN no éramos invitados ninguno de nosotros, y si alguna vez asistimos, nuestras opiniones, contrarias a los planteamientos que se hacían, nunca eran escuchadas y esto se puede comprobar en el famoso video Montesinos-Bancada Cambio 90 que ha dado origen a la inhabilitación que todos lamentamos.
El señor Ocampo, en su nuevo papel de "ideólogo", no ha entendido la verdadera naturaleza del fujimorismo como frente amplio de sectores intelectuales, tecnócratas, liberales, organizaciones populares y todos los peruanos que luchamos contra la guerra interna y externa. El problema futuro del fujimorismo está en mantenerse como un frente amplio o hacerlo un círculo sectario. Lo primero le conviene al ex presidente Fujimori y a sus seguidores, lo seguno no conviene a ninguno de los que son sus partidarios.
Es indudable que han habido fujimoristas equivocados que han delinquido y nos han perjudicado. Correcto. Que los juzguen los tribunales. Pero en cuanto a los que no tenemos esos problemas no es correcto seguir haciendo diferencias por viejos rencores o distinciones de carácter elitista. El objetivo claro es aprender de los errores propios sin querer culpar a otros y extender las manos a todos los que queremos construir el Perú que tanto anhelamos.
Para terminar deseo reafirmar mi amistad y respeto por el ingeniero Absalón Vásquez Villanueva y la doctora Martha Chávez Cossío, por quienes tengo un especial aprecio y estima personal, que a pesar de representar tendencias, estilos o matices diferentes, tenían algo en común, su lealtad a la patria y a su líder Fujimori.
Desde esta tribuna les alcanzo mi más sincera solidaridad en estos momentos difíciles, a ellos y a todos los que injustamente están siendo víctimas de calumnias y maltratos por el solo hecho de haber participado o apoyado al gobierno de Fujimori. Ahora que se va aclarando el panorama político, nos hacemos presentes en el debate nacional, dispuestos a asumir, con firmeza, la responsabilidad política que nos corresponda.
Expreso, 28 de octubre del 2001